VI Premio Antonio Machado, categoría B, segundo premio

 

Categoría B- Segundo premio

MARTA GALLEGO GARCÍA – 1º BACH

 

UN GOLPE CRUZA EL CIELO

 

Un golpe cruza el cielo, ya no hay vuelta atrás, la culpa es mía, tendría que haberla ayudado, cómo pude no darme cuenta. No puedo pensar con claridad, solo desearía parar el tiempo, olvidar lo que acabo de presenciar. Tras cinco minutos tiritando en silencio alguien más viene conmigo; entonces, antes de que mi vista se nuble y sin cruzar palabra me acoge en sus brazos. Sin siquiera mirarlo, sé quién es, su olor a fragancia inunda mis pulmones, pero un soplo de aire fresco me hace volver a la realidad, el dolor y las lágrimas invaden mi ser de nuevo. En cuestión de segundos los pensamientos inundan mi mente reviviendo cada día a su lado, todo lo que habíamos pasado juntas, pero también todo lo que no, todos esos “te quiero” que siempre sentí y nunca le pronuncié, todos los besos que soñé darle y nunca me atreví, quizás fue el miedo al qué dirán, quizás el miedo al rechazo. En cualquier caso fui una cobarde y ahora que no la tengo, es cuando me he dado cuenta de lo mucho que la amaba. Mis lágrimas incontrolables resbalan por mis mejillas y el rímel corrido cubre mis pómulos, me arden los ojos y mi pulso se intensifica. El dolor interno comienza a crecer progresivamente y a la vez me hunde poco a poco sumiéndome en una tristeza, ya inquebrantable. Quiero gritar, quiero gritar y que el mundo entero escuche mi dolor, pero mis palabras no cruzan mis labios, solo retumban una y otra vez en mi cabeza. Y en ese momento una fuerte sirena me saca de mis pensamientos, devolviéndome al mundo, haciendo que me levante para ver qué ocurre. Es entonces cuando la vuelvo a ver, tirada en el suelo, la miro fijamente a esos ojos abiertos como platos y al instante me derrumbo, dejándome caer en el frío y duro suelo de piedra. La imagen se repite sin cesar en mi conciencia, apoderándose de mi ser, el dolor de cabeza se vuelve cada vez más insoportable y es entonces cuando exhalo mi último suspiro y decido acabar con el dolor que me atormenta, saltando al vacío, junto a ella.